Iraj Harirchi viceministro de Salud de Irán al inicio de la pandemia declaro dentro de la incetidumbre que la falta de informacion generaba, “Este virus es democrático y no distingue entre pobres y ricos o entre estadista y ciudadano común”.
La violencia sistemica no ha dejado de ejercerce aun en la cuarentena forzada por pandemia, esta se encuentra arraigada y dificilmente podra ser erradicada, parece no ser visible y que el principal riesgo del cual tendriamos que resguardarnos es un virus y no el sistema, si bien este virus ha causado mas 3,000, 000 de muertes en todo el mundo hay claras muestras que no ha sido democratico y las decisiones de resguardo responden a otros ordenes ademas del de la salud.
La desigualdad social y económica asegurará que el virus discrimine. El virus por sí solo no discrimina, pero los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo. Es probable que en el próximo año (2021) seamos testigos de un escenario doloroso en el que algunas criaturas humanas afirmarán su derecho a vivir a expensas de otros, volviendo a inscribir la distinción espuria entre vidas dolorosas e ingratas, es decir, aquellos quienes a toda costa serán protegidos de la muerte y esas vidas que se considera que no vale la pena que sean protegidas de la enfermedad y la muerte.
El capitalismo tiene sus límites , Judith Butler 2020